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| Test CanteiraCeleste.com | Pablo Carballo |
En esta ocasión, el encargado de hacerlo es Pablo Carballo (Vigo, 1979), licenciado en Periodismo y Publicidad. Cuenta con ocho años de experiencia en Radio Voz, ha colaborado en La Voz de Galicia y durante tres temporadas ha sido speaker del Celta en Balaídos. Actualmente trabaja en V Televisión.
¿Es el Celta para ti un 'club de cantera'?
Lo es, lo debería ser, y lo está dejando de ser una vez que la economía ha permitido el desahogo suficiente como para comparecer en el mercado sin tantos aprietos. Es normal que los técnicos pidan y las direcciones deportivas quieran fichar, pero un club de cantera debe sistematizar unas proyecciones de base y considerar un fracaso no elevar futbolistas.
Y con esto no quiero decir que haya que contar con canteranos sí o sí, den o no el nivel, digo que el esfuerzo del club debe estar en que así sea. Y ser consciente de que, cuanto mayor es la distancia entre primer equipo y filial (por crecimiento de uno o declive de otro) más se requiere una política de cesiones intermedia para rodaje, que el club este año, incomprensiblemente no ha hecho.
El Celta B...
Un despropósito tras otro. Y lleva encadenados varios años así ya. Con fichajes inexplicables que solo interesan a los que se llevan sus comisiones, y una pérdida de rumbo e identidad evidente. Un filial no está para ganar la copa Piston.
Es bueno tenerlo en una categoría competitiva pero su objetivo primordial no es ese. E insisto en la identidad, porque en su quiebra ha estado el comienzo de los bandazos. Cesar a un técnico esta temporada -estando en novena posición- porque no atendía las indicaciones en las alineaciones, y disfrazarlo de una lucha por algo tan complejo como un ascenso, que no debía ser objetivo, es otra prueba de que esto así no funciona. Fichar a un amiguete con un currículum plagado de ceses fue la confirmación del deterioro del último escalón de la base.
Y sus consecuencias están ahí, claro. Necesita de una pronta y profunda reflexión.
La cantera en general...
Hay una estructura hecha que se ha consolidado y que nos permite pensar que no todo está perdido. Además ha dado, y sigue dando, resultados formidables. El trabajo de Toni Otero, del que cada vez veo más difícil su continuidad, ha sido de alta nota. Pero no solo él, la cantidad de profesionales que trabajan cada semana con los chavales para mejorar su formación y su rendimiento.
Eso no lo hemos puesto en valor. La cantera hay que seguir trabajándola desde infantiles, pero la categoría de juveniles es la clave para mí. Dónde se deben incorporar talentos de toda Galicia y dónde es más difícil dejar el pulso del futbolista a un paso de la élite. Puedes pensar que son críos, pero con 17 años, un futbolista que puede ser de élite tiene que tener ya unas hechuras para ser profesional.
¿Un canterano? ¿Y porqué?
A veces cuando singularizas estás cometiendo una injusticia. En la base hay muchos nombres: Brais, Iván, Julio, Yelko... sobre los que tenemos puestas grandes expectativas. Y realidades hay unas cuántas, la última en forjarse Santi Mina.
Pero ahí está el ejemplo del tesón y el sacrificio de Sergio Álvarez, que cualquier niño debería tener como referencia. Luego hay dos nombres propios que quiero subrayar: el de Iago Aspas, no sólo por su enorme calidad, si no porque supuso un antes y un después en la concepción de la cantera, y el de Jonny porque es el canterano con una progresión más brutal que he visto en menos tiempo y uno de los activos más importantes de la casa que tiene el club. Un chaval que además ha tenido siempre un comportamiento, dentro y fuera del campo, ejemplar.
Define al Celta o su cantera, en una frase.
"Quien no sabe de dónde viene, no tiene identidad. Quien no sabe a dónde va, puede acabar en cualquier parte."
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