Foto: Ricardo Grobas |
Ante los rojillos fue la pesadilla de su excompañero Oriol Riera. Sus nuevas víctimas fueron Morata e Isco. Los dos internacionales con la sub-21 pusieron a prueba a Sergio Álvarez, pero en todas dio una gran muestra de sus reflejos. El Gato de Gatoira también pudo mostrar su frialdad con el juego de pies, una tranquilidad que a veces juega con el corazón de la grada. Ya ocurrió ante la UD Almería en Segunda, cuando suplió a la perfección a un Yoel que iba lanzado hacia el Zamora.
En la despedida de Balaídos, quizás su último encuentro como celeste ante la afición, Sergio puso el broche de oro a su corta pero excelente temporada. Tras el pitido final volvió a ser el que más abrazos recibió de sus compañeros. Muchos recordarán el acierto de Charles. También determinante. Pero, sin duda, una de las claves del triunfo ante el Real Madrid (al que ya se le ganó en Copa hace algo más de un año) fueron las paradas del gato de Catoira.
Publicado por Redacción
Fuente: Faro de Vigo
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