Foto: Amanda Estévez |
Túñez, nacido en Venezuela, emigró a España a los ocho años de edad. Tras un paso por un equipo de su barrio, ficharía por la S.D. Compostela, en la que jugaría dos años. En 2003, ficha por el Real Club Celta para formar parte de la plantilla juvenil.
El central poco a poco iría ascendiendo. Debutaría en la temporada 06/08 con el Celta B, disputando nueve encuentros. Al año siguiente se ganó un puesto fijo, y tras 23 encuentros disputados, una lesión de gravedad lo mantuvo en el dique seco, tras golpearse con la rodilla en el palo de la portería.
Sin embargo, Andrés sería capaz de recuperarse, y a la temporada siguiente, su buen hacer con el filial le valió una oportunidad con el primer equipo. Logró su recompensa el 7 de octubre de 2009 en el partido de Copa del Rey ante el Girona, de la mano de Eusebio Sacristán. Su buena actuación le valió un puesto en el primer equipo, y renovando el 2 de diciembre de 2009 por cuatro años más.
Ya con Paco Herrera al mando, Túñez tendría dificultades para entrar en el once, y acabaría la temporada disputando siete encuentros. Sin embargo, el protagonismo le llegaría el año siguiente, cuando sería un pilar básico en el ascenso del Celta, logrando una grandísima pareja con Oier Sanjurjo.
El canterano celeste lograría su sueño, debutar en Primera División. El central venezolano volvería a ser un hombre importante en las alineaciones, tanto de Paco Herrera, como de Abel Resino, logrando la permanencia in extremis.
Sin embargo, la llegada de Luis Enrique en verano de 2013 fue un punto de inflexión para él. Túñez buscaría minutos la liga israelí, jugando en el Beitar de Jerusalén.
Se pone fin a una bonita etapa de Andrés en el Celta, un jugador cumplidor, de la casa y profesional. Desde aquí, toca desearle toda la suerte del mundo, y esperamos verlo de nuevo por Vigo.
Publicado por Berto Carballo
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