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| Foto: Vero Martínez |
Antonio "Toni" Rodríguez Dovale nació en A Coruña el 4 de abril de 1990. Comenzó a destacar en Torneo de Brunete de 2002, cuando acudió en representación del Deportivo de la Coruña. El F.C. Barcelona estuvo rápido y se llevó a Toni, que interesó a clubes como el Real Madrid. Durante su etapa en La Masía coincidió con jugadores como Iago Falqué.
Sin embargo, en 2007 ficharía por el Celta y se incorporaría a las filas del juvenil. Sus grandes actuaciones y números goleadores le permitieron jugar varios partidos con el Celta B en las temporadas 2007/2008 y 2008/2009. Sin embargo, el año de su explosión fue la temporada 2009/2010, cuando promocionaría al Celta B, jugando 20 partidos y anotando seis goles.
El Celta, sumergido en una profunda crisis deportiva, no dudó en contar pronto con el coruñés. Eusebio Sacristán fue su máximo valedor y lo haría debutar con el primer equipo. Toni se ganó la confianza del técnico castellano, con el que disputó doce partidos y anotó dos goles.
Con la marcha de Eusebio y la llegada de Paco Herrera, se abriría una nueva etapa para Toni. El jugador, que no disputó ningún encuentro en la primera vuelta, marcharía cedido al Huesca de Segunda División. La cesión fue un éxito, y Toni ralló a un gran nivel, siendo un hombre muy importante, jugando 16 partidos y anotando un gol.
El buen trabajo en el equipo oscense le permitió ganar la confianza necesaria para contar para Herrera en la temporada 2011/2012, su mejor año en el Celta. Toni fue un peso pesado en el segundo tramo de la temporada, cuando sentó a un hombre importante como Quique de Lucas, y respondió con muy buenas actuaciones, superando la treintena de encuentros.
El Celta conseguía el ansiado ascenso, pero Toni volvería a ver cómo el trabajo realizado no sería correspondido. Contó poco para Herrera (apenas superó los diez encuentros), pero el jugador siguió trabajando para conseguir su oportunidad. Cuando parecía cercana su marcha en el mercado estival de 2013, la llegada de Luis Enrique fue clave para él.
El técnico astuariano lo probó en pretemporada en el puesto de lateral izquierdo, y le gustó el rendimiento que dio en esa posición. El Celta lo renovó y Toni se hizo con la titularidad en Liga. Sin embargo, con el paso de los encuentros, y la explosión de Jonny Castro en esa misma posición, hizo que dejase de contar para Luis Enrique, por lo que definitivamente acabó dejando el club.
Toni siempre será recordado como un currante, un jugador muy trabajador y constante que no tuvo esa pizca de suerte para tener continuidad. Ahora se abre una nueva etapa para él en Estados Unidos. ¡Mucha suerte, Toni!
Publicado por Berto Carballo
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