Levy Madinda fue la gran sorpresa en el once del Ciutat de Valencia. Llevaba una vuelta y dos partidos sin jugar de titular, y en todo este tiempo únicamente había acumulado 79 minutos de juego repartidos en cinco partidos. Frente al Levante jugó 70, casi lo mismo que en los tres meses anteriores. Y rindió a un buen nivel.
El gabonés, que llegó al Celta en edad juvenil, admite que nada sabía de su titularidad: “Yo estaba preparado por si me ponía el entrenador, pero no sabía nada, fue el día del partido cuando el míster dio el once”. Su posición en el campo emulaba más al pasado que lo poco que ha jugado en sus dos cursos en el primer equipo, en el pivote, pero con vocación ofensiva, tirado a la banda izquierda.
En ella estuvo trabajando durante la semana. “Hablamos de todas las posiciones, de cómo teníamos que jugar contra un rival así, estuve aprendiendo mucho de interior. Yo estoy cómodo en esa posición”, desvela.
La titularidad, el buen partido y sobre todo el triunfo, palía el largo trecho en la oscuridad que ha padecido. “Se lleva mal, pero lo más importante es tener la cabeza fría, estar tranquilo y seguir trabajando y aprendiendo. Sabía que con el trabajo podía llegar una oportunidad”, comenta sobre los días oscuros, en donde incluso desde Gabón llegaron a preguntarle si pasaba algo para no jugar. “La gente allí ve los partidos de aquí, y pensaba que igual me pasaba algo o tenía un problema, pero lo más importante es que he jugado y ahora, a disfrutar de lo que viene”. Lo normal teniendo en cuenta que se trata de un internacional absoluto con su país.
Balance
Aunque repite de un modo machacón que lo importante es el colectivo, Levy salió satisfecho con su actuación ante el Levante: “Estoy contento de haber tenido minutos, he podido disfrutar y demostrar que el entrenador puede contar conmigo y que estoy aquí”, pero al mismo tiempo es consciente de que tiene margen por delante para seguir aumentando sus prestaciones: “Sé que tengo que mejorar y voy a seguir trabajando y esta semana aprendiendo más de cómo se puede jugar ahí, hablando también con los que juegan siempre ahí, que me pueden ayudar también”. Krohn-Dehli, Álex y Rafinha son sus cicerones en una demarcación que no le es nueva, pero que exige nuevos matices.
De ese aprendizaje puede depender su presencia en algún once más en las diez jornadas que restan para la conclusión del campeonato: “Para mí lo más importante es estar tranquilo, entrenando bien, fuerte, y después el que manda es el entrenador. Yo lo que voy a hacer es intentar hacer las cosas bien para tener minutos”. No le importaría, todo lo contrario, poder disfrutar de una titularidad en Balaídos, ya que en Liga las dos veces que ha jugado de cara ha sido a domicilio.
Momento colectivo
Aunque por encima del sentimiento personal, Madinda quiere dejar claro que lo importante es el colectivo. “El equipo está bien, pensamos en el partido del viernes con el Málaga y estamos metidos y concentrados en la cita”, que él mismo califica con los parámetros acostumbrados: “Es un partido muy importante, todo son como finales, tenemos que jugar a tope y demostrar que podemos mejorar cada día”.
Levy es el primero que ha dado un paso adelante. Quizás en el momento que más se aprecia.
Publicado por Redacción
Fuente: La Voz de Galicia
Seguir a @CanteiraCeleste