Foto: @DavidGoldar |
Me gustaría hablaros de un jugador cuya evolución particularmente me ha llamado poderosamente la atención. Su nombre es David Goldar, nacido en el municipio pontevedrés de Portas en 1994, jugador actual del Celta B y que cumple su décima temporada en el club vigués.
Las primeras veces que he visto jugar a David Goldar en el Juvenil División de Honor lo hacía como mediocentro defensivo donde, desde mi punto de vista, no hacía galardía de grandes dotes
técnicas. Tampoco era un jugador que jugando con el Juvenil A me llamara la
atención especialmente, quizás también eclipsado porque jugadores como
Borja Fernández, Yelko Pino, Álvaro Casas o Jordan Domínguez jugaban en
una misma zona del campo de un impresionante equipo, y entre tanta calidad
era complicado destacar.
Por necesidades del equipo, su entrenador, David De Dios decidió
retrasar la posición de Goldar a central, donde compartía en la mayoría
de los partidos pareja con David Costas (ya en el primer equipo), y hasta
el día de hoy se ha mantenido en esa demarcación, donde quizás ha
encontrado su mejor nivel.
Siendo sincero, tampoco me llamaba mucho la atención en el eje
central defensivo; quizás necesitaba tiempo para aclimatarse en esta nueva
posición, un rol completamente distinto al que estaba acostumbrado a
ejercer. En cambio, sí se le intuían ciertas dotes interesantes y
características que todo el equipo apreciaba y que era de importante
aportación.
Goldar asumía el liderazgo del mejor juvenil de la historia del
Celta de Vigo, y lo que es más importante, un liderazgo respetado y
aceptado por sus compañeros de equipo, jugador que nunca descansaba en
impartir órdenes. Los demás escuchaban y acataban sus
indicaciones; incluso, en una entrevista a David de Dios (su entrenador)
de David Lorenzo en Televigo, comentó que David Goldar ponía en su sitio a
los juveniles de segundo año por aquel entonces. Capitán que a cualquiera le
gustaría tener en su equipo.
Se acercaba la Liga de Campeones Juvenil y su aportación fue muy
buena, pero no con la mejor de las suertes. Primero por una expulsión muy
rigurosa por doble tarjeta amarilla ante el Real Madrid (aunque le
quitaron la segunda tarjeta amarilla y pudo jugar la semifinal contra el
Villarreal) y luego por una pequeña lesión que no le ha permitido estar
al 100% en la final de la Liga de Campeones Juvenil contra el
Sevilla, pero sí pudo disputar unos minutos bien merecidos, aunque
finalmente los hispalenses se hicieran con dicho trofeo.
Llegó la hora de saber qué pasaría con muchos jugadores de esta
impresionante generación. Goldar era un jugador importante, pero
posiblemente otros tenían más protagonismo; un mediocentro defensivo
reconvertido a Central y que compartía posición con David Costas -que era
el Central por excelencia de este equip-, pero el club había hecho
oficial que el jugador renovaría su contrato con el Celta durante tres años
más y otros dos opcionales, decisión a la que cada día le doy más
importancia.
El club lo llama para hacer la pretemporada con el primer equipo al
mando de Luis Enrique, que mostraba confianza ciega en los
juveniles cada vez que daba una rueda de prensa, y pronto llegaría un
partido amistoso muy importante en el que la opinión de muchos cambiaría
nuestra forma de ver el juego de Goldar: llega el Oporto y el comienzo
de un nuevo jugador.
Ante el Oporto en pretemporada, Luis Enrique mete a
Goldar de central en el que merodeaba un colombiano llamado
Jackson, delantero del Oporto que lo quería media Europa y uno de los
máximos goleadores del continente. Luis Enrique había decidido que un
juvenil que era mediocentro reconvertido a central entrara al campo y le
cogiera la marca. "Qué bemoles tiene Luis Enrique" pensaba para mí...
Nada más llegar al campo y situarse en el eje de la zaga mandaba y
animaba cuál veterano entre una "pandilla de juveniles". Comenzaba su
partido y jugó realmente bien, fuerte al choque, contundente, su colocación
sobre el campo era muy buena, en el juego aéreo nadie le ganaba y a la
hora de sacar el balón jugado desde atrás, lo hacía con calidad y
eficacia. Me impresionó tanto, que al poco tiempo estaba exigiendo en las
redes sociales un puesto para él en el primer equipo, algo poco común en
mí: este no era el David Goldar que conocía, su evolución fue más allá de
lo que había podido imaginar.
Los compromisos internacionales con España sub-19 de David
Costas hicieron retrasar sus vacaciones y comenzar tarde la
pretemporada, pero la oportunidad estaba siendo aprovechada por Goldar para
consagrarse en el primer equipo. ¿Quién sabe qué pasaría si Goldar no
tuviera continuos problemas físicos que han paralizado, quizás, su llegada
al primer equipo? Ya que Luis Enrique, en más de una ocasión, manifestó
que estaba absolutamente encantado con su rendimiento; seguramente debute
con el primer equipo antes de lo que todos pensamos.
Su evolución en el Celta B está siendo muy favorable. Sigo viendo
muchas veces al mismo jugador que he visto contra el Oporto, al jugador contundente, poderoso en el juego aéreo, intenso en el marcaje, sacando el
balón con clase desde la defensa, sacando faltas y córners con muchísima
precisión; sigo viendo al mismo David Goldar que ha evolucionado en
apenas dos o tres meses y que parece que se ha transformado luego de salir de
la crisálida del juvenil y competir profesionalmente. Quizás esto es lo
que le ha hecho evolucionar, jugar contra profesionales, no me
extrañaría esta evolución po que tiene la personalidad de ser un
jugador muy competitivo, con liderazgo y sobretodo ser un ejemplo para
los demás.
Por ser un jugador que no valoraba o no sabía valorar
adecuadamente, por su progresión ascendente, por su personalidad y
profesionalidad y sobretodo por su juego, me declaro totalmente
"Goldarista".
Publicado por Daniel Vans
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